En los últimos años el autogas se está imponiendo a otras alternativas de movilidad eléctrica debido a las numerosas ventajas que ofrece frente a los combustibles tradicionales o los vehículos eléctricos. Es por ello que las cifras actuales no deberían de sorprendernos ya que actualmente se trata del carburante alternativo más usado en el mundo con casi 27 millones de vehículos propulsados por autogas.
España es uno de los mercados europeos en los que mayor crecimiento está experimentando el uso del autogas entre los conductores ya que la red puntos de repostaje de autogas (GLP) es cada vez mayor y contamos con más de 500 estaciones de servicio repartidas por todo el territorio español en las que poder repostar dicho carburante. Son muchas las ventajas del uso del GLP frente al diésel o la gasolina.
Primeramente tenemos el factor precio, ya que ofrece un ahorro de hasta el 40% y en segundo lugar, se sitúa el factor ecológico. Reduce los niveles de emisiones ayudando a combatir la contaminación en las grandes ciudades mejorando la calidad del aire que todos respiramos. Recordemos que el autogas o GLP (Gas Licuado de Petróleo) es el resultado de una mezcla de butano y propano que se obtiene, en su gran mayoría, de pozos de gas natural.
Al tratarse el GLP de un gas con uno o dos átomos de carbón por molécula, cuando se quema para producir la energía que propulsa el vehículo, apenas genera emisiones de CO2, óxidos de nitrógeno y partículas. Debido a esta característica, los vehículos de autogas son clasificados por la DGT como Eco, y por lo tanto, en los días en que ciudades como Madrid o Barcelona apliquen sus protocolos anticontaminación no les afectará las restricciones a la circulación.